El Real Madrid ganó en Vallecas ante el Rayo gracias a su juego a la contra y a que el equipo local, cuando tuvo a los blancos contra las cuerdas, no supo o no pudo marcar. El Madrid salió al campo de Vallecas consciente de que estaba obligado a ganar si no quería decir prácticamente adiós a la Liga porque si perdía, el Barça se le iba a 11 puntos. Así, en el minuto tres, Pepe tuvo una gran ocasión, pero su cabezazo lo despejó Rubén.
El equipo blanco presionaba bien arriba a un Rayo que no sabía como superar esa presión vivisitante y cuando lo hacía, no llegaba con claridad al área de Casillas, entre otras cosas por las entradas, algunas duras, de Arbeloa, Xabi Alonso o Marcelo. En el minuto 13, el Real Madrid plasmó esa superioridad con un gol. Una contra iniciada con un taconazo de Marcelo para Cristiano que se la dio a Di María y el argentino puso el balón en el segundo palo para que Benzema pusiera el 0-1 sin ninguna oposición.
El partido era claramente del Real Madrid que tuvo más ocasiones para marcar. Benzema, Di María, Cristiano y, sobre todo, Modric pudieron aumentar el marcador y sentenciar el encuentro en esta primera parte.
Casillas y Xabi Alonso evitan el empate del Rayo
Sin embargo, cuando todo estaba de cara para los intereses blancos, apareció el Rayo Vallecano. En un saque de esquina ensayado, Delibasic cabeceó a bocajarro, pero se encontró con Casillas. El rechace acabó en los pies de Casado que disparó a puerta, pero con el meta blanco batido, apareció el pecho de Xabi Alonso para salvar sobre la línea de gol el empate del Rayo.
A partir de ese momento, el Real Madrid desapareció del encuentro y el Rayo se hizo con el control del balón para llegar cada vez más al área de Casillas. Mientras Mourinho no lo veía nada claro desde el banquillo, el conjunto de Vallecas se estaba creyendo que era capaz de empatar. El Madrid, eso sí, buscaba las contras para sentenciar y otra vez Benzema tuvo una clara ocasión para marcar en el minuto 39.
Al final, la primera parte acabó con esa ventaja mínima para un Real Madrid que comenzó como una moto y acabó casi pidiendo la hora ante un Rayo que fue creciendo conforme fueron avanzando los minutos.
Fallo de Arbeloa que no aprovecha Delibasic
La segunda parte comenzó con el Rayo encontrando un filón por las bandas por donde entraba con mucha facilidad. Sin embargo, su primera ocasión clara llegó en el minuto 51 cuando una mala cesión de Arbeloa a Casillas llegó a los pies de Delibasic que, sin embargo, no supo controlar bien el balón.
El Real Madrid reaccionó con un par de disparos de Essien y Cristiano pero ambos se marcharon fuera, el del primero por muy poco. En el minuto 58, Benzema marcó, pero la jugada ya estaba anulada por una falta previa a Di María. El Madrid se quejó mucho de la decisión arbitral entendiendo que debería de haber dado la ley de la ventaja.
Tal era el estado de nervios del conjunto blanco que no veía nada clara la victoria. Un nerviosismo que aumentó cuando Xabi Alonso le hizo un placaje a Lass al borde del área y llegaba una jugada a balón parado, la pesadilla blanca. Sin embargo, la jugada no acabó en nada, pero ver a Casillas gritando como un desesperado para colocar a la barrera. Lo que sí llegó poco después, en el minuto 63 fue un disparo de Juan Carlos que se marchó por muy poco por encima de la portería de Casillas.
Cristiano marca de penalti
Mourinho, viendo que el partido necesitaba más control del balón por parte de los suyos e imaginación en ataque sacó a Ozil por un cansado Modric en el minuto 64. El Rayo no se inmutó con ese cambio y seguía a la suya buscando el empate. En el minuto 67, Jordi Amat tuvo una ocasión a la salida de un saque de esquina, pero su remate se fue alto.
Precisamente Jordi Amat fue el protagonista del partido en el minuto 69 cuando un centro de Cristiano dio en la mano del defensa que intentaba taponar la acción del portugués. El árbitro parece que no lo vio, pero sí su asistente y el colegiado señaló los 11 metros. Cristiano no falló y puso el 0-2 en el marcador en el minuto 70. Un gol que, por cierto, Casillas no celebró.
El Real Madrid, cuando peor lo estaba pasando encontró el gol que le daba la tranquilidad. Mourinho dio entrada a Higuaín que en el minuto 72, tras asistencia genial de Ozil, le dio un pase de gol a Cristiano, pero el disparo del portugués se fue al poste. El equipo blanco volvía a ser el dueño del encuentro y Mourinho no quería que se le escapase. El entrenador blanco echó mano del trivote y dio entrada a Khedira por Di María.
La recta final del encuentro fue muy plácida para el Real Madrid que suma sus primeros puntos lejos del Bernabéu y sigue a ocho del Barça.
El Rayo, por su parte, estaba muy tocado y Paco Jémez se jugó la carta Trashorras para darle más toque e imaginación a su línea ofensiva
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