El Madrid es de roja y no precisamente porque su fútbol guarde algún parecido con el de la vigente campeona del mundo. El equipo de José Mourinho acumula 29 expulsiones y 44 partidos de sanción en menos de dos años. Y eso que árbitros y comités han sido muy benévolos con los blancos, siempre violentos ante un Barça al que visitan mañana en un choque de 'alto riesgo' y marcado por la tensión de estar en juego el título de Liga.
Las 29 expulsiones (13 por roja directa y 16 por doble amarilla) se reparten en 22 encuentros entre Liga, Champions, Copa y Supercopa de España. Del total de 44 partidos de sanción, Mourinho, con 12, y su preparador físico, Rui Faria, con 9, se llevan la 'palma' de suspensiones, que deberían haber sido muchas más de haberse aplicado correctamente el reglamento.
Desde la llegada del técnico portugués al banquillo del Madrid, hace poco más de temporada y media, el conjunto blanco se ha convertido en uno de los que más expulsiones recibe, pese a que les perdonan gran cantidad de rojas.
Ramos y Pepe, los más duros
El ránking de expulsiones lo encabeza Ramos (4). Le siguen con tres Arbeloa y Pepe (el Comité le sancionó con dos partidos por decirle al árbitro en el túnel de vestuarios de El Madrigal "¡vaya atraco, hijo de puta!"). Con dos expulsiones cada uno están Marcelo, Carvalho, Ozil y Di María; y con una, Casillas, Albiol, Alonso y Khedira.
El Madrid de Mourinho, incluido el propio técnico luso, ha sufrido ocho expulsiones frente al Barça, lo que demuestra el desquiciamiento que provoca en los blancos el hecho de haber ganado sólo uno de los últimos 10 clásicos desde que Mou aterrizó en el Madrid.
Las rojas, aliadas del líder
El luso no debería quejarse tanto de los arbitrajes. En esta Liga, hasta en diez partidos, los rivales del Madrid han sufrido expulsiones. Frente al Atlético, Athletic, Levante, Racing o Sporting (dos veces), el marcador aún estaba abierto. Igual sucedió con el Rayo en Vallecas. También acabaron con diez Osasuna (dos veces) y Sevilla.
Asimismo escandalizan algunas decisiones de los comités. Por ejemplo, no sancionaron a Ramos, expulsado por doble amarilla en Villarreal, por un error de forma en el acta. Y a Mourinho sólo le cayeron dos partidos por meter el dedo en el ojo a Tito Vilanova en el Camp Nou, en la Supercopa, agresión que el colegiado Fernández Borbalán no reflejó en el acta.
Otras veces, los blancos llegaron a autoexpulsarse. Así se lo ordenó Mourinho a Ramos y Alonso en un partido de Champions contra el Ajax en Amsterdam, un show por el que la UEFA castigó al luso con dos partidos. El técnico merengue ha contagiado la histeria a su cuerpo técnico y jugadores. En el Camp Nou ya saben cómo las gastan Mou y su tropa.
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