BILBAO, España (EFE).- Marcelo Bielsa rompió el protocolo. En una larga conferencia de prensa, como ya nos tiene acostumbrados, dejó el fútbol de lado por unos minutos y, apenado, confesó su tristeza por la muerte de Íñigo Cabacas, el hincha rojiblanco que falleció ayer tras resultar herido el pasado jueves en unos incidentes ocurridos después del partido entre el Athletic y Schalke 04, en San Mamés.
"La tristeza que me da es muy grande. El fútbol es a veces un segmento que replica situaciones similares en el resto de escenarios sociales, pero a mí lo único que me da es tristeza y mucha pena por ese joven, por la familia", señaló el Loco en la rueda de prensa previa al partido al partido de mañana ante el Granada.
Bielsa, no obstante, no cree que sea a él a quien le corresponde opinar sobre este tipo de hechos, más allá del sentimiento que le produce. "Otro tipo de comentario como el que acabo de hacer, de que en otros segmentos de la vida social se producen hechos de esta naturaleza, siento que no me corresponde referirme en esos términos", finalizó.
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