jueves, 19 de abril de 2012

4-2: El Atlético golea al Valencia y está un poco más cerca de Bucarest


“Mientras unos duermen, nosotros soñamos”. El cuadro rojiblanco había convocado a la tribu en base a soñar con un nuevo título y por lo visto en el Calderón, muchos han debido pensar que estaban soñando. El equipo de Simeone ha dado gran paso para estar el próximo 9 de mayo en Bucarest y si no lo ha terminado de certificar ha sido por culpa de un par de despistes en saques de esquina en tiempo añadido de cada parte, que le han valido a los de Emery para aferrarse a otro sueño, el de la remontada. Eso sí, si el Valencia quiere lograrlo tendrá que cambiar mucho en Mestalla porque el Atlético le ha pasado por encima. Era una noche para no dejarse ni un gramo de esfuerzo y siendo ésa una de las propiedades de este Atlético de Madrid desde que Simeone se hizo cargo de él, el equipo rojiblanco tenía media eliminatoria en el bote. Unai Emery pobló el mediocampo de futbolistas para tratar de cerrar la salida del balón rojiblanco.
Asimismo, el vasco colocaba a Mathieu y Jordi Alba en la banda izquierda para intentar aprovecharse de la ofensividad de Juanfran. No le pudo salir peor. Entre el valenciano y Arda machacaban al Valencia en la primera mitad. Desde los primeros minutos se vio que ambos le iban a dar la noche a los defensas del cuadro ‘ché’. A los tres minutos, una internada de Arda por la derecha acababa con un pase de la muerte para Diego Ribas, que éste estrellaba contra Diego Alves. Minutos después volvía a repetir y finalmente le acababa por robar la cartera a Rami en el minuto 17’ para poner el balón en el corazón del área para que Falcao marcase en un gran escorzo.
A partir de ahí, el Valencia adelantaba unos pasos, el choque se equilibraba algo y se convertía en un intercambio de golpes en el que el Atlético sufría algún susto, principalmente de la mano del juego aéreo de Rami, que en el 32’ cabeceaba a centímetros de la escuadra de Courtois. Con lo poco que estaba proponiendo el cuadro de Emery, ésa vía parecía la única posible para empatar. Efectivamente. El francés cazaba un balón en el segundo palo, en un saque de esquina, prolongado por Jonas. El empate era muy protestado por el Atlético. Se había producido más allá del tiempo añadido por el colegiado escocés Craig Thomson y además, en la acción anterior se podía haber interpretado falta del propio Rami sobre Courtois.
El cuadro levantino se había ido al vestuario con más botín del merecido y el Atlético salió enrabietado. Tardaba dos minutos en ponerse de nuevo en ventaja. Un cabezazo de Miranda a la salida de otro saque de esquina ponía tierra de por medio. Minutos después, Topal le echaba otra palada de tierra encima a su equipo, cuando se dejaba robar un balón por Adrián cerca del área. El asturiano se marchaba en carrera como una exhalación, dejaba a Víctor Ruiz atrás como si el central estuviera clavado al suelo. El ‘Guaje’ rojiblanco cruzaba el balón para el 3-1 y era sólo el minuto 54’.
Unai llamaba a rebato a los suyos, metía a Canales y a Piatti, mientras que el Atlético seguía sumando ocasiones como un auténtico martillo pilón. Y aún quedaba lo mejor. Falcao demostraba porqué es el máximo goleador de la competición (17 en el curso anterior) y se sacaba un golazo de la chistera con una jugada sólo al alcance de l“Mientras unos duermen, nosotros soñamos”. El cuadro rojiblanco había convocado a la tribu en base a soñar con un nuevo título y por lo visto en el Calderón, muchos han debido pensar que estaban soñando. El equipo de Simeone ha dado gran paso para estar el próximo 9 de mayo en Bucarest y si no lo ha terminado de certificar ha sido por culpa de un par de despistes en saques de esquina en tiempo añadido de cada parte, que le han valido a los de Emery para aferrarse a otro sueño, el de la remontada. Eso sí, si el Valencia quiere lograrlo tendrá que cambiar mucho en Mestalla porque el Atlético le ha pasado por encima. Era una noche para no dejarse ni un gramo de esfuerzo y siendo ésa una de las propiedades de este Atlético de Madrid desde que Simeone se hizo cargo de él, el equipo rojiblanco tenía media eliminatoria en el bote. Unai Emery pobló el mediocampo de futbolistas para tratar de cerrar la salida del balón rojiblanco.
Asimismo, el vasco colocaba a Mathieu y Jordi Alba en la banda izquierda para intentar aprovecharse de la ofensividad de Juanfran. No le pudo salir peor. Entre el valenciano y Arda machacaban al Valencia en la primera mitad. Desde los primeros minutos se vio que ambos le iban a dar la noche a los defensas del cuadro ‘ché’. A los tres minutos, una internada de Arda por la derecha acababa con un pase de la muerte para Diego Ribas, que éste estrellaba contra Diego Alves. Minutos después volvía a repetir y finalmente le acababa por robar la cartera a Rami en el minuto 17’ para poner el balón en el corazón del área para que Falcao marcase en un gran escorzo.
A partir de ahí, el Valencia adelantaba unos pasos, el choque se equilibraba algo y se convertía en un intercambio de golpes en el que el Atlético sufría algún susto, principalmente de la mano del juego aéreo de Rami, que en el 32’ cabeceaba a centímetros de la escuadra de Courtois. Con lo poco que estaba proponiendo el cuadro de Emery, ésa vía parecía la única posible para empatar. Efectivamente. El francés cazaba un balón en el segundo palo, en un saque de esquina, prolongado por Jonas. El empate era muy protestado por el Atlético. Se había producido más allá del tiempo añadido por el colegiado escocés Craig Thomson y además, en la acción anterior se podía haber interpretado falta del propio Rami sobre Courtois.
El cuadro levantino se había ido al vestuario con más botín del merecido y el Atlético salió enrabietado. Tardaba dos minutos en ponerse de nuevo en ventaja. Un cabezazo de Miranda a la salida de otro saque de esquina ponía tierra de por medio. Minutos después, Topal le echaba otra palada de tierra encima a su equipo, cuando se dejaba robar un balón por Adrián cerca del área. El asturiano se marchaba en carrera como una exhalación, dejaba a Víctor Ruiz atrás como si el central estuviera clavado al suelo. El ‘Guaje’ rojiblanco cruzaba el balón para el 3-1 y era sólo el minuto 54’.
Unai llamaba a rebato a los suyos, metía a Canales y a Piatti, mientras que el Atlético seguía sumando ocasiones como un auténtico martillo pilón. Y aún quedaba lo mejor. Falcao demostraba porqué es el máximo goleador de la competición (17 en el curso anterior) y se sacaba un golazo de la chistera con una jugada sólo al alcance de los mejores delanteros del mundo. Se marchaba de Mathieu, se iba también de Ruiz perfilándose hacia el centro… y ahí soltaba un zurdazo, sí un zurdazo, que se colaba por la escuadra de un Alves que aunque hubiese medido tres metros no habría llegado en la vida. Uno de los goles de la temporada.
El Valencia estaba muerto, el Calderón ya se veía en la final y lo celebraba con la ola pero soñar despierto tiene su peligro. Y así fue. Ricardo Costa establecía el 4-2 en el tiempo añadido para darle algo de vida al Valencia de cara al choque de vueltaos mejores delanteros del mundo. Se marchaba de Mathieu, se iba también de Ruiz perfilándose hacia el centro… y ahí soltaba un zurdazo, sí un zurdazo, que se colaba por la escuadra de un Alves que aunque hubiese medido tres metros no habría llegado en la vida. Uno de los goles de la temporada.
El Valencia estaba muerto, el Calderón ya se veía en la final y lo celebraba con la ola pero soñar despierto tiene su peligro. Y así fue. Ricardo Costa establecía el 4-2 en el tiempo añadido para darle algo de vida al Valencia de cara al choque de vuelta.

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